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Hay prendas que están asociadas a ciertas marcas porque precisamente estas últimas han sabido actualizarlas sin perder los códigos clásicos y han conseguido que sean relevantes aún hoy en nuestro tiempo. Cuando pensamos en los polos de piqué, Lacoste es una de esas marcas que te vienen a la cabeza de manera instantánea, puesto que fue precisamente su fundador, René Lacoste, quien se los inventó para jugar más cómodo al tenis. Lo que pocos imaginan es que el L.12.12, nombre original de este básico de primavera, tiene más de 80 años y que apenas ha cambiado su forma hasta llegar a nosotros. Flipa.
Su fórmula parece sencilla y se especifica en su propio nombre: la “L” es por Lacoste, el “1” por el tejido en el que está confeccionado (petit piqué de algodón), el “2” indica la manga corta y el “12” final es el número de prototipos que hubo que producir hasta dar con el modelo perfecto. La combinación se ha repetido hasta la saciedad con pequeñas variaciones hasta llegar al siglo XXI, aunque te podrías poner cualquiera de la década que sea y asegurar sin pestañear que pertenece a la última colección. Para demostrarlo, y aprovechando su 85º aniversario, Lacoste reedita tal cual los polos más icónicos de su historia, desde los años 30 hasta los 2000 (y son tan actuales como el famoso cocodrilo).
Años 30: con bolsillo chapado en el pecho y las mangas un poco más largas que las del polo actual.
Años 40: de punto gris y con una silueta decididamente elegante y relajada.
Años 50: el pleno auge del American Sportswear, nació esta fusión entre un polo y una sudadera, lo que dio como resultado un original cuello estructurado.
Años 60: una de la reinvenciones más sofisticadas consistió en abotonar el polo de arriba a abajo a modo de camisa sport
Años 70: el polo se pega al cuerpo según las tendencias de la época. Además, añade dos bandas de color al pecho para acentuar esta zona y que parezca más voluminosa y musculada. Buen truco.
Años 80: el auge de la camiseta de rayas en esta époda inspiró este polo de algodón piqué.
Años 90: un guiño al estilo peculiar y colorido de los años 90, muy streetwear, una impresión gráfica casi a modo de grafiti revela la cara más creativa del polo.
Años 2000: Corte recto, aspecto deportivo e inspiración gráfica casi digital (por el desarrollo de internet)para la versión más reciente del L.12.12.
